jueves, 8 de mayo de 2008

FRANCOIS BRIKKÉ: EL DESARROLLO DE UN PAÍS DEPENDE DE SU CAPACIDAD DE ORGANIZARSE

(www.peru21.com).- El agua es un tema de preocupación mundial. Francois Brikké ha estado a cargo del programa de agua y saneamiento del Banco Mundial para toda la región. Estando presto a culminar su estadía en nuestro país y con una larga experiencia en naciones en desarrollo, conversamos con él.
"Trabajé seis años en Kenia, como profesor de Economía. Así entré al tema del desarrollo. En 1991 entré a una agencia internacional de los Países Bajos llamada IRC (International Water and Sanitation Centre). Ahí comencé mi carrera como experto en agua. Hemos trabajado en Asia, África y América Latina. Luego trabajé con mi propia empresa, Dialogue & Development (Diálogo y Desarrollo)", explica Francois Brikké.
Nombre idealista el de su empresa.
Cuando se trabaja en desarrollo, hay que serlo. Hace cuatro años entré a trabajar para el Banco Mundial, en el Water and Sanitation Program, desde aquí, en el Perú, donde está la oficina para toda América Latina y el Caribe.
¿En qué consiste su trabajo aquí?
El programa en el que trabajo es una alianza internacional liderada por el Banco Mundial cuya misión es ayudar a la gente más pobre a acceder a servicios de agua y saneamiento mejorados. Estamos aquí para responder a una necesidad. Hay mucha gente que no tiene agua potable en su casa. La mayor parte en zonas de la periferia urbana o en zonas rurales de difícil acceso.
¿Qué proyectos han desarrollado?
Han sido varios: gestión de agua en pequeñas ciudades, la iniciativa 'Lavado de Manos', descentralización y gobernabilidad y saneamiento. También apoyamos en gestión del conocimiento intercambiando experiencias internacionales y organizando talleres.
Cuénteme del lavado de manos.
Es un proyecto de higiene y ha sido un éxito. Me ha dado mucha satisfacción el Perú al ver el compromiso social que tienen las empresas y las ONG peruanas. Hay empresas que dedican su gente y su dinero a transmitir mensajes de higiene. Hay un gran potencial. Hemos demostrado a los ministerios de Salud y de Educación que es posible trabajar salud pública no solo como iniciativa pública. Según nuestros estudios, lavarse las manos puede reducir hasta 47% las enfermedades diarreicas.
El problema del agua en el Perú es un tema de gestión fundamentalmente.
Junto al shock de inversión, debería hacerse un shock de capacitación. Estamos trabajando un proyecto piloto en cinco regiones. Agua para Todos puede tener una cara más simpática si viene acompañado de la capacidad local de planificar y ejecutar proyectos. Y no hay que olvidar las aguas servidas.
Veamos lo que está pasando con los colectores en el Callao.
Hay cobertura muy baja en ese tema. También debería haber 'aguas servidas para todos'. Pero no es un problema únicamente peruano. Solo 14% del agua servida en Sudamérica es tratado, lo cual tiene un tremendo impacto ambiental y sobre la salud.
Había un grupo de pobladores que exigía la privatización de la empresa del agua.
Hay compañías públicas de gestión impecable, como la empresa de Medellín. Es un éxito. Pero también hay muchas otras que no tienen ese éxito. El asunto de la gestión es político. Nosotros damos el abanico completo, con los pro y los contra, para que elijan las personas. En Cali hay empresas comunitarias haciendo un trabajo admirable.

Dada su experiencia en países en desarrollo, ¿cuál es el click que diferencia una sociedad desarrollada de una que no lo es? Porque no se trata de dinero ni de tecnología.
Esa es la pregunta clave. Creo que el desarrollo de un país depende de su capacidad de organizarse, tanto a nivel local como a nivel nacional. También está el desarrollo de la conciencia colectiva. Un país no puede desarrollarse solo con una élite o con unas cuantas personas. El desarrollo es un asunto colectivo. Debe asumirse esta conciencia colectiva. Lo otro necesario es la paz, como el Perú bien lo sabe.
¿En qué se consume más agua?
Un hombre en la ciudad consume más agua que en zonas rurales, en términos domésticos. Pero más del 70% del agua consumida se va en agricultura. Hay que mejorar los sistemas de riego y cambiar nuestro estilo de vida. Pienso que los peruanos son más conscientes de esto. El hecho de cepillarse los dientes usando solo un vaso de agua tiene que ver con una cuestión de comportamiento, de visión del mundo. Usar dos o tres vasos no va a cambiar la situación -considerando ese 70%-. Pero ese comportamiento habla de la conciencia que tenemos del medio ambiente, de que el agua viene de alguna parte y que ha recorrido todo un camino para llegar hasta aquí. Eso es importante.

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