martes, 13 de noviembre de 2007

ARTÍCULO: EL DRAMA DEL AGUA POTABLE

Por: JORGE VERA TUDELA

Desde hace mucho tiempo se veía venir esta crisis de la EPS Grau. Tiene razón el alcalde Aguilar en el hecho de que esta empresa ya no le pertenece al municipio, porque la perdió hace ya mucho tiempo, por permitir que las entidades burocráticas de Lima manipularan y entorpecieran su desarrollo empresarial.
Lo que no puede eludir el alcalde es la responsabilidad por la provisión del servicio. La empresa nunca debió salir del municipio porque su tarea consiste en un servicio para la ciudad. Sedapiura, su anterior denominación, fue objeto de una administración municipal desastrosa. Hasta hoy día esta empresa sostiene cerca de 700 empleados cuando solo requiere 350 para su buena administración.
La liquidación de 350 empleados requiere un esfuerzo económico grande pero, el costo de no hacerlo ha sido mortal para la competitividad de la empresa. El sindicato ha sido igualmente suicida al propiciar con su participación un futuro insostenible. FONAVI realiza inversiones de agua y desagüe, en diversos centros poblados de Piura, que alcanzaron -si mal no recuerdo- un costo de 180 millones de soles.
Presiones políticas obligaron a EPS Grau a asumir responsabilidad por estas inversiones y sobretodo ponerlas en actividad, lo cual estaba totalmente fuera de sus posibilidades. Se constituye así el más grave atentado contra la economía de la empresa que fue perdiendo, como consecuencia de esta cuantiosa deuda, capacidad para brindar el servicio adecuado a la población. Cae el Directorio empresarial y asume la dirección de la empresa la Junta de Acreedores, es decir que se había llegado al fondo del pozo.
Los acreedores, eficientes cobradores, se vieron obligados a decidir si los ingresos de la empresa se aplicarían a brindar un servicio social o a amortizar su deuda. La respuesta la tenemos y esta es la historia y sus consecuencias. Con el proyecto de la Concesión debemos tener cuidado. Piura, según información de los medios, tiene 60 pueblos jóvenes que no tenía cuando se aprobó el proyecto hace cinco años.
La pobreza del campo alimenta vertiginosamente el crecimiento de la ciudad. El proyecto original del Pass ofrecía traer desde Curumuy dos tubos con 600 litros por segundo cada uno, de agua de excelente calidad. Esta agua debería llegar a Piura por gravedad, sin costo de bombeo y reemplazar el agua de los pozos que por su calidad y costo quedarían para atención de las emergencias.
Algún proyectista limeño destruyó este proyecto reduciendo la conducción a un solo tubo y manteniendo la operación de los pozos. El objetivo no fue tan inocente al parecer, abaratar el costo del proyecto Piura original para financiar el agua potable para Chimbote.
Si esto es verdad a alguien hay que colgar. Hay dos recursos naturales que los países deben defender a ultranza, el aire y el agua, porque son vitales, porque no deben ser objeto de negocio y porque se supone que el Estado en representación de esta sufrida humanidad debe cuidar y proveer.